Lo que estoy escribiendo, pienso según lo
escribo que es fruto de mi fantasía, que nunca ha ocurrido.
Pero aun así lo voy
a contar, por si alguno de mis compañeros de entonces lee esta misiva, se
acuerda de este acontecimiento y es capaz de corregirlo en todo o en parte,
circunstancia que yo agradeceré.
Esto ocurrió en el curso académico 1965-66, Universidad laboral de Cordoba, colegio Juan de Mena, aula 2ª J, comenzábamos
segundo de oficialía en la rama de mecánica , especialidad "modelos y
fundición"; asistíamos a clase del Sr. Barrada, profesor de "formación
del espíritu nacional" llamada por nosotros "política".
Aquel día el Sr. Barrada inicio´ la clase explicando lo que era la" democracia". Este profesor tenia fama de ser un hueso duro y por tanto temido por nosotros pobres becarios. Se contaba que algún alumno había perdido la beca por no aprobar esta asignatura, considerada una de las tres marías, esas que hoy no se las da mucha importancia pero antaño y en aquella situación precaria ¡¡había que tomarselo muy en serio!!
Aquel día el Sr. Barrada inicio´ la clase explicando lo que era la" democracia". Este profesor tenia fama de ser un hueso duro y por tanto temido por nosotros pobres becarios. Se contaba que algún alumno había perdido la beca por no aprobar esta asignatura, considerada una de las tres marías, esas que hoy no se las da mucha importancia pero antaño y en aquella situación precaria ¡¡había que tomarselo muy en serio!!
Después de
exponer los pros y los contras de ese sistema de gobierno, que según el tenia
mas defectos que virtudes, muy solemne se dirigió a nosotros de esta manera…
-A
partir de lo que he contado quien me puede responder a la siguiente
pregunta.. ¿cuándo y en que circunstancias se puede dar un sistema democrático
real?
Se produjo tal silencio que no se escuchaba ni el volar de un mosquito,
nadie se atrevía a soltar prenda ….
Para ganar méritos, en un segundo pensé
decir algo imaginativo y ademas con cierto sentido.
Pelín nervioso, no se me ocurrió otra cosa que decir… - Creo que la democracia en estado
puro, se da cuando solo conviven en esa supuesta sociedad dos individuos,
cuando son tres o mas de tres la democracia tal y como Ud. la ha explicado
seria una utopia,y había que llamarla de otra manera, todo menos democracia.
Terminada mi corta pero clara contestación,
algún compañero me miraba sorprendido por mi audacia, otros observaban la
actitud del profesor, la mayoría tenia la mirada puesta en el pupitre esperando
un desenlace catastrófico...
Hasta que la voz clara y contundente del Sr. Barrada resonó en el aula,
sin ningún comentario a mi respuesta y sin ninguna aclaración, pero si, con un
escueto pero significativo
-¿Como se llama Ud.?
Aquel inicio de interrogatorio me dejo con
cierta inquietud y desasosiego, esperaba lo peor, como mínimo un expediente disciplinario o algo parecido
en pago a mi osadía, pensando que me estaba bien merecido por haber apostado
todo y todo haberlo perdido ¡¡Por pasarme de listo!!…..
Pero ¡¡ oh!! sorpresas de la vida, no ocurrió así, lo siguiente que me
dijo después de tomar nota de mi nombre y los dos apellidos fue :"Puede
guardar el libro en la maleta y dejarle en casa,- tiene Ud. aprobado todo el
curso de esta asignatura-.
Han pasado muchos años de aquel
acontecimiento y ahora en la distancia lo que aquel día no entendí, ahora francamente
lo veo y lo vivo con mas claridad.
Abril 1983 "de las cosas
pasadas"
Alberto gallo
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEl profesor Barrada fue el personaje más controvertido de cuantos conocimos en la ULC, y también el más culto, crítico, exigente consigo mismo y con los demás, tenaz y meritorio. Puesto en cuestión por el 50% de los profesores, curas y alumnos del centro, contó con el privilegio de ser sinceramente admirado hasta la veneración por el otro 50%, sin que ello comportara necesariamente el seguimiento de la ideología que profesaba. Me confieso uno de esos admiradores del profesor y carismático señor Barrada, pero nunca participé de su ideología.
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